¿Te invito a un relato? Aquí vas a encontrar contenido original en forma de relatos de ficción. Aunque me inspiro en la realidad, ya te digo que no tiene por qué serlo. ¿Has probado a tirar del hilo a la imaginación partiendo de un objeto cotidiano? Si te gustan, si no te gustan, es cosa tuya. En esta etapa me apetece darle un giro a mi página personal y compartir otro tipo de material original propio.
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Mosca cojonera
Había recibido una llamada de las que nadie quiere recibir. ¿Por qué le había dado su teléfono personal a su jefe? ¿En qué momento de su esclava vida había pensado que era una buena idea? Desde entonces no existían los sábados por la tarde, ni las fiestas de guardar. Ya no le bastaba con los…
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La vela
Una de sus costumbres habituales era escribir con una vela encendida. No lo hacía por alumbrar la habitación sino por la iluminación mental. Podía desprender aroma o no, eso no era importante. La llama sí. Levantar la vista del papel y observar la cadencia de su danza era relajante y casi hipnótico. De día o…
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El buitre
Hacía meses que lo observaba. Quizá había estado siempre ahí, pero no se había dado cuenta. Fuera casualidad o no, su vuelo era visible en cada momento importante de su vida. No era el mismo ejemplar, obvio, lo había observado en casa, por encima de los tejados del pueblo en que vivía, de camino a…
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Tattoo
Comenzó a dibujar, a emborronar con malos garabatos el papel, como le decía su familia, a una edad muy temprana. Hacerlos le permitía modificar su realidad, comprenderla más allá del rechazo y la soledad. Los apuntes del colegio y del instituto con prontitud se llenaron en los márgenes con dibujos. A veces era un dragón…
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La máquina de escribir
Nadie se fijaba en ella. Venía en el mismo lote que el mostrador y la caja registradora. Es lo único que, los antiguos propietarios del local, dejaron tras el embargo del banco por impago. La crisis había hecho estragos, más allá de los dos años que según los políticos de turno iba a durar. ¿Qué…
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Calcetines desparejados
De todas las tareas de la casa, la que menos le gustaba era la de tener que recoger la ropa de la lavadora. ¿Por qué siempre entraban dos calcetines y salía uno? Lo había intentado todo, pequeñas pinzas de plástico, bolsitas de rejilla, meterlos en medias viejas que le daba su madre cuando la visitaba…