Oportunidades

Oportunidades

Martes, 10 de Septiembre de 2024. Escribo en la vuelta a la normalidad después de un fin de semana de cumpleaños. 48 años ya. Se dice pronto, se vive más lento. Y aunque las manos me piden que escriba en modo reflexión, el balance anual de la nueva vuelta al sol, por la imagen destacada del artículo se nota que hoy toca otra cosa. Me hago eco de un fenómeno veraniego que tiene como protagonista a las piñas, de ahí que haya elegido una preparada para la ocasión, muy chic con sus gafas de sol. ¿A qué me refiero? A una campaña de marketing de guerrilla de un conocido supermercado que, como no me patrocina, no diré su sombre, aunque estoy segura que ya sabes al que me refiero. Una campaña, no sé si reconocida o no, que partió de un vídeo de dos personas que metían una piña en un carrito de la compra a una hora determinada y que eso era la señal de que más que comprar, habían ido a ligar. Lo típico de las películas, choque de carritos en el super y flechazo a la vista, en este caso con una piña de por medio. Y digo que es una campaña de marketing porque el vídeo, cuyo coste no creo que fuera muy elevado, se viralizó hasta el punto que la gente comenzó a ir a ese supermercado en masa. Tanto que en algunos establecimientos media hora antes retiran de la sección la fruta.

¿Genialidad o estupidez humana? Oportunidad

En verano la gente se aburre y es propensa a este tipo de cosas. Podría ser una explicación, no lo niego. El marketing de guerrilla se aprovecha de la sensación de «manada», de masa social. Por ti mismo a lo mejor te parecería una chorrada, algo absurdo, pero como lo hacen más personas, lo ves en redes sociales, pues te dejas llevar y hasta participas. Nuestro cerebro racional se desconecta y actúa en modo «¿Dónde va Vicente? Donde va la gente«. ¿Cómo se les ocurrió la idea? No lo sé. ¿Qué es lo que hace que algo fracase y otra cosa triunfe? Hay un componente claro de incertidumbre. Para el mercado literario en origen, Harry Potter no tenía futuro. Hasta que una persona apostó por ello y se generó un fenómeno a escala mundial. Es llevar a la práctica una de las frases más conocidas del maestro Àlex Rovira: «Hay dos tipos de suerte, la que no controlamos, la que el azar provee, que nos puede bendecir o maldecir, y por otro lado está la suerte trabajada, la suerte forjada y creada que consiste en crear circunstancias«. J.K. Rowling, o en el caso de las piñas el departamento de marketing, crearon las circunstancias idóneas para triunfar, en lo que dependía de ellos. Porque hay una parte que no depende de nosotros, el azar. ¿Por qué pega un pelotazo una canción y otra no? Pienso en el fenómeno de «Macarena«, con una letra pegadiza y sencilla, se viralizó y ha llegado a todos los confines del planeta. Se llegó a hacer una coreografía, tengo en la retina a presidentes de superpotencias bailándola. ¿Esperaban tal éxito Los del Río? Seguramente, no. ¿Han tenido otros grandes éxitos después? Tan versionados como Macarena, no. En todos los ejemplos que se te ocurran, la perseverancia y no rendirse están presentes. Porque la buena suerte parte de crear circunstancias para tenerla. Si tienes algo que te apasiona, si crees en ello, si te quema por dentro, sigues, aunque haya tormentas, te fallen las fuerzas o tengas detractores, comentarios que no te aportan. Una vez más se cumple la máxima «lo que no te aporta, te aparta«. A este respecto, hace unos días tuve un comentario negativo sobre uno de mis contenidos. Alguien aburrido escribió algo que era más para hacer daño, acallar, que para aportar. Es fácil juzgar a los que están atreviéndose a mostrarse desde el anonimato de un email o de las redes sociales. Tuve dos opciones, contestar a esa provocación, algo que no tenía sentido, o bien responder pensando en otras personas que pueden verse en mi misma situación, que ven como son objeto de burlas, y ofrecerles otro enfoque, algo que va a edificarlos, a aportar. Mi respuesta fue precisamente apostar por crear algo bueno de una oportunidad inesperada. Porque cuando inicias un nuevo proyecto siempre te encontrarás a quien te anime y a quien se burle de ti, que no quiere que sobresalgas, que quiere acallarte porque ellos no se atreven a salir de su cubículo. ¿Por maldad? Más por ignorancia, porque esos comentarios dicen más de ellos que de ti. Cuando te atreves a crear las circunstancias de tu buena suerte, siempre aparecen los «haters«, a veces llegan de los sitios más insospechados. Tú decides lo que haces con esas oportunidades que te brinda el azar. No pierdas la calma ni tu foco, sigue construyendo, por mucho que ladren. Y si lo que te sale es borrar el comentario, bloquear sin responder, también es una opción, con paz.

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Constancia, Humildad, Observación. Tres palabras que van más allá de las letras. Constancia para seguir por el camino que has elegido, que vas forjando. Humildad para reconocer los pasos equivocados, detenerse o echarse atrás en el momento preciso para no despeñarse y rectificar el camino. Observación para estar atentos a las oportunidades externas que el azar te ofrece. No todos los proyectos salen. De hecho muchos se quedan en la cuneta. Solo hay que encontrar un «sí», aprender de los «no» sin quedarse estancados en ellos. A veces tendrás que escribir más de 400.000 palabras para encontrar las correctas. No pasa nada. Porque el aprendizaje y la pericia que dejan las 400.000 tiene un gran valor, una enseñanza, un crecimiento personal. Todo lo que te ocurre lo puedes aprovechar, tú decides tu actitud, eso es algo que nadie te puede quitar, y no es egoísmo, sino amor propio, algo que no tiene nada que ver con el egoísmo. Amor propio, aceptación incondicional de tu esencia, algo que tiene mucho que ver con la supervivencia, con mantenerse vivo, y que no tiene nada que ver con logros. Tienes dignidad personal por ser tú no por lo que eres para los demás. Si crees en una meta, sigue, descubre las oportunidades y sigue. Puede que tengas que descansar, forma parte del viaje. La energía puede estar con el depósito a tope o en reserva. Es normal y hay formas de aumentarla. Pero eso ya es tema para otro artículo.

Ta sabes, si te resuena y te atreves a mostrarte, te leo. Que pases una gran semana

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