Martes, 7 de octubre de 2025. Una de las sorpresas que me he llevado en este inicio de mes es una serie española bastante divertida que he podido ver en una de las plataformas. No voy a contar de lo que va, ni voy a decir el título porque en realidad me interesa un concepto de ella: Las frases de taza. Es posible que ese mismo concepto se de en otras series y tampoco es que se trate de algo fundamental para su argumento, es una idea que caracteriza un poco la filosofía de vida de uno de los personajes, nada más. Pero me gusta el concepto.
¿Qué es una frase de taza? Se trata de una frase, más o menos corta, motivadora, optimista, filosófica que se escribe en una taza de desayuno. Una píldora de autoayuda mañanera. ¿Ejemplos? Bueno, para eso he creado la imagen que ilustra el artículo. Hay muchas, se pusieron de moda hace unos años y, desde entonces, las tazas de diseños de flores, con paisajes o ilustraciones de series, dieron paso en los armarios de la cocina a las tazas con mensaje que se puede utilizar o recordar en cualquier momento vital. No se trata de frases complejas, sin subordinadas. Aforismos breves, para tí y para quien te vea beber en ellas, que te suban el ánimo en un día complicado. Pueden ser hasta un piropo tan sencilla como un Estás como un tren y un dibujito de una locomotora. ¡Cuidado! una frase así en la actualidad de España más que motivar o ser un piropo, podría significar que tienes un retraso importante y no sería muy positiva 😉 .
Seguro que si te das un paseo por tu oficina verás más de una. Se han hecho tan populares que también se ponen en los termos y en las botellas de agua. Y si se ponen en inglés, queda más “moderno”, aunque sea From lost to the river. permíteme una traducción muy, muy, pero que muy gamberra y muy libre 😀 .
Antes de continuar quiero dejar claro que, como en toda la realidad humana, están los dos extremos: las super motivadoras a las que solo les falta el brilli brilli, la purpurina y las frases de trol, bordes a más no poder, de esas que piensas pero que no dices en voz alta. Algo así como Respeto tu opinión pero me pareces gilipollas. Esas quedan muy bien en una reunión por zoom, a modo de mensaje subliminal. Doy ideas, no significa que las utilice, ya me entiendes 😉 .
Porque claro, no vas a estar todo el día con el ánimo subido, optimista radical. ¿Te lo imaginas? Lunes después de las vacaciones, sin agua caliente porque la caldera no funciona, te han puesto una multa por ir a 61kms/h en una zona de 50, después de un atascazo de impresión, un ascensor que tampoco funciona y tienes que ir a la octava planta, sobrecarga de trabajo, malos rollos y el ordenador que no arranca porque te has olvidado de actualizarlo… y tú tomándote el café o el té en una taza que dice: Haz lo que te hace feliz.
Sí, lo importante es la actitud y todo forma parte del proceso de aprendizaje, pero si todo se pone cuesta arriba, hacer lo que te hace feliz puede ser complicado ¿no? Porque, a lo mejor, lo que te hace feliz puede que entre en conflicto con las normas de convivencia. A día de hoy mandar a la mierda a tu jefe, al tocapelotas de turno, al vecino caradura, al conductor que hace zig zag y se cuela en la fila del carril, no te va a llevar a ningún lado, aunque puede hacerte muy feliz en ese momento concreto. Te acordarás de la mítica frase de la película Las aventuras de Ford Fairlane, “Tanto gilipollas y tan pocas balas” y podrías fantasear, verlo como hacer un gran favor a la sociedad al librarla de semejante desecho inmoral. Pero, sí, siento decirte que el asesinato es delito 😉 . Los escritores tenemos una gran ventaja en ese aspecto: piensas en una persona que te inspira un personaje y a partir de ahí, libertad para hacerle todas las barbaridades que quieras en la ficción. Me pregunto en quién pensaría George R.R. Martín para inspirarse en su “Canción de hielo y fuego”.
Las frases de taza, reconozco que me gusta el concepto, pueden aparecer también como ya he dicho en otros objetos como termos, botellas de agua, camisetas, cuadernos, estuches, peluches… El que las ideó en origen es sin duda un genio que, seguramente, se ha forrado por su conocimiento del ser humano. Porque todos necesitamos de vez en cuando que nos animen, que nos ofrezcan otra perspectiva para ver la realidad con más entusiasmo. Y no siempre están cerca el grupo de animadores, el psicólogo o el coach de turno. Se convierten en un automedicamento. Aunque solo sirvan para sacarte una sonrisa y recordar a la persona que te la regaló, o el momento en que te dio por ahí y compraste esa taza, un trasto más en la cocina.
La realidad la ves desde tus propios ojos (toma frase de taza). ¿Eso qué significa? Que si estamos mal, lo veremos todo mal. Si estamos a la defensiva, todo lo sentiremos como ataques. Sí, ya sé que el clima social y las noticias no ayudan precisamente. Pero, se nos olvida que el mundo siempre ha estado así. El periodismo se ha encargado desde hace mucho tiempo de poner el foco de atención. Y venden más las catástrofes que las sonrisas, por desgracia. Hasta se ha vuelto perniciosa la elección. El mundo mira a una determinada región y se olvida de otras que están mucho peor. Tenemos en el inconsciente la idea de que lo que no sale en los medios se olvida o no existe. Y lo que hoy es noticia, mañana dejará de serlo por cansancio de la audiencia. La sociedad sí que tiene un déficit de atención, hay tantos estímulos reclamándola, que no se la prestamos a nada más allá de nuestras propias gafas.
Supongo que responde a intereses ocultos para que no prestemos nuestra atención a lo que de verdad importa. En términos periodísticos se denominan cortinas de humo. La noticia importante queda relegada a un segundo plano por otra que ni fu ni fa, pero que se pone de moda. Me explico: Hay corrupción en un gobierno, que cada uno piense en el que quiera, tanta que va a comenzar un procedimiento judicial, y al poder no le interesa para nada que la ciudadanía se centre en él. ¿Qué se hace? Se saca otro tema, que sí, puede ser importante, pero que ahora mismo no es el más importante. Y mientras la sociedad está centrada en eso, se tapa el otro que es el que verdaderamente importa. Es un juego de trileros. En la historia de la humanidad hay muchísimos ejemplos, algunos hasta dieron comienzo a guerras.
No quiero desviarme del tema de hoy: Las frases de taza. En su idea inicial, supongo, era una forma de hacer más llevadero el camino de la transformación personal. Un auto empujoncito, para leer cuando se necesita un poco de esperanza para seguir en la brecha. Si te ayudan, son perfectas. Que los demás opinen lo que les de la gana, no es importante. Sin más. Si no te ayudan, pasa a otra cosa aunque a tu alrededor todo el mundo compre esa taza, ese discurso. Eso es lo que quiero que te lleves de este artículo: Si te aporta, se queda, si no te aporta, se elimina. Y lo que vale con las tazas, te vale con todo. Con esto no digo que elimines a nadie ¿eh?, para eso ya tienes la escritura desahogo, quien sabe lo mismo superas a George R.R. Martin. 😉
¿Por qué digo esto? Porque son muchas las veces que cargamos con frases de personas, o con amistades, que en realidad no solo no nos ayudan sino que nos detienen, que nos hacen daño. En este sentido, si me aceptas un consejo, te recomiendo que practiques la ecología emocional. ¿No sabes de lo que hablo? 👉🏻 Leer artículo. Es algo tan sencillo como dejar ir lo que no sintoniza contigo. Que no te afecten, no aceptes ese regalo engañoso que es basura para tu realidad. Lo importante es tu transformación y lo que ayer te ayudo, puede que ya no esté en tu presente. Sin postureos. Como he visto en más de un vídeo, la postura de los 80. Te identificas con una opinión, sigues, que no te identificas, a otra cosa, sin darle más importancia. Puede aplicarse a las redes sociales, a los programas de televisión y a otros muchos campos. Quien sabe, lo mismo alguna vez se crea una frase de taza con esa idea, puede que en modo super guay o en modo trol. Lo dejo a tu elección.
Si te resuena y te atreves, te leo y comentamos.
Que pases una fantástica semana y te espero el viernes con un nuevo relato.
Cris
