Martes, 02 de septiembre de 2025. Ya estamos de vuelta. No tenía muy claro si titular este artículo como «Novedades» o «Vuelta al trabajo». Porque voy a hablar de ambas cosas. Vayamos por partes.
Lo primero, si agosto ha sido fructífero, más allá de la racha de los cursos de Duolingo, de lo que hablaré en otro artículo, ha sido para hacerle un lavado de cara al blog. Se acerca más al que tenía hace un par de años. Aun no sé si será la apariencia definitiva. Me gusta lo sencillo. Sí, ya sé que no aparece mi cara como en otras ocasiones, pero eso también lo explicaré en otro post.
La siguiente novedad, es la sección de relatos, que inauguraré el próximo viernes. Mi idea es publicar relatos cortos que llevan acumulando polvo digital en el disco duro bastante tiempo. Textos preparados para talleres que he recibido o inspiraciones de días de calentamiento de escritura que nunca he sabido muy bien qué hacer con ellos. Ya sé que en muchos cursos de escritura, en escuelas y otros centros, te venden la idea de que todos los narradores comienzan con ellos. En mi caso es falso, lo siento profes. Yo comencé a escribir novelas, los relatos son más bien experimentos o tareas a realizar. Como están ahí, pues he decidido publicarlos. Puede que sean antiguos o bien que me cree el hábito de hacer un nuevo relato cada semana, no lo sé. ¿Por qué lo hago? Por la razón más sobrenatural de todas: ¡Porque me da la gana!
No suelo participar en concursos de relatos porque no me motiva competir. Otra de las cosas de las que me he dado cuenta en agosto. Mi gen competitivo no está activo, más bien disfruta de un sueño profundo. He tenido tardes de juegos de mesa en las que me ha dado igual ganar o perder, algo impensable hace años. ¿Será que me hago mayor? Puede que sea más darle un valor diferente. Me hicieron robar más de 16 cartas en más de una ocasión y ni me alteré.
La vida no es una competición, por mucho que nos la quieran vender así. Estudias oposiciones y te insisten en que compites con los demás en las pruebas atléticas o en los exámenes. Lo siento, ya no compro ese discurso. Lo que es para mí, va a llegar. Claro que tengo mi camino por recorrer, pero eso no conlleva que tenga que pegar codazos a los demás, como en el último partido del Eurobasket que ví, cuando un jugador iba a entrar a canasta y otro, para evitarlo, le metió un codazo en el estómago. No cuenten conmigo para eso.
Soy jugadora de equipo, sí, pero a día de hoy no me integro en ninguno de ellos. Lo he comprobado con los juegos. Cada vez participo menos en colectivos. La opción de jugar online con otros jugadores, por mí la podrían quitar. En alguno me mantengo, pero más por costumbre que por ánimo. Tanto que, como víspera de mi cumple, de nuevo curso como se suele decir, he hecho limpieza de mis redes sociales. Sigo a menos gente y cada vez limito más el tiempo en ellas. Puedo parecer borde, y quien lo piense está en su derecho, pero si creo que no me aporta nada, me está apartando de otras opciones que sí me pueden enriquecer la mente y, por qué no, el espíritu. Digamos que mi cabeza está haciendo un reseteo de volver mi mirada más allá de las pantallas. Mi visión lo agradece.
¿Lo has notado? Puede que sí o puede que no. Por uno de los cursos de wordpress que he realizado, ya no justifico los párrafos. He aprendido que, en las aplicaciones lectoras, el justificado, al crear espacios en blanco para cuadrarlos, se vuelve medio loco y he querido facilitar la lectura. Por eso también los párrafos van a ser más cortos. Y, me doy la libertad de incluir imágenes entre ellos cuando lo crea conveniente. Es mi bitácora, mi blog, puedo hacer lo que quiera. ¡Soy libre!
Como puedes comprobar hay cambios en mi línea editorial y en la forma de publicar. Por lo demás, los artículos de los martes van a seguir respondiendo a mi manera de ser, a mis opiniones, políticamente incorrectas porque tampoco compro el discurso actual, y a mi manera de ver y entender lo que me rodea. Si le gusta a mis lectores, ¡fabuloso! y si no le gusta ¡fabuloso! No echaré en falta al que se va, ni me sobrará quien se quede. Yo sigo con mi proceso y eso no es egoísmo, es vida.
¿Qué te puedo aportar hoy? Lo resumiría en una frase: La opinión de los demás es importante, pero la tuya lo es más. Es tu vida, tú decides. Si quieres agradar a quien te rodea, vete al psicólogo o al psiquiatra porque vas a necesitar medicación. Caer bien a todo el mundo es imposible, así que ¿Qué tal si te caes bien a tí mismo? ¿Puedes estar a solas contigo sin pensar en todo lo pendiente y sin sentir que estás perdiendo el tiempo? Sí, lo sé, son preguntas muy potentes para recién aterrizados en el inicio de curso 25/26. Hablaremos de ello con más calma.
Esto no cambia: si te resuena y te atreves, te leo en comentarios
Que pases una fantástica semana y, si quieres, te invito el viernes a un relato.
Cris
