Extremos

2Bwgc22hQmmj+Z01FRTkrALa actualidad de esta semana se centra en política en las negociaciones para crear gobierno. la nueva legislatura, la cumbre del clima en Madrid y el feminismo. Llevo días pensando si era correcto escribir sobre todos esos temas o más bien debería dejarlo a un lado. No por autocensura, sino más bien por hartazgo. Mañana volveré a libros, música, reflexiones varias. No voy a sacar la guadaña y puede que haya gente que no esté de acuerdo con mis ideas. Pero estoy en mi blog, en mi casa y como ya dije al inicio de su reapertura, no siempre hay que estar de acuerdo con lo que escribo para seguirme.

La mayoría de las veces, te encuentras con gente que llega a los extremos, como si la vida les fuera en ello, cuando realmente no es así. ¿O sí? ¿Hay algun tema que levante tanta extremismo como la política, la ecología o el feminismo? Quizá el deporte, que es como la válvula de escape para la crispación. Es pura dialéctica. Entendemos la vida como dos bandos, buenos y malos. Y por supuesto creemos fehacientemente que estamos en el correcto y que los demás están equivocados.  Nos parapetamos detrás de unas ideas sólidas y si nos sentimos atacados, sacamos toda la artillería. Confrontación desde fuera y desde dentro también. ¿Hay algun otro modo de entender nuestra realidad? Es una lucha constante. Para bien y para mal. Nos ayuda a sentirnos parte de un grupo y a romper los miedos de la soledad. Es nuestro cerebro de animales gregarios.

Política

Es el cuento de nunca acabar. Lo extraño (o no) es que cuanto más extremistas, más se parecen ciertos planteamientos. Nos creemos que nuestros representantes son los más honrados… cuando tenemos ejemplos en todos los partidos que no es así. Decidimos que nuestra opción es la mejor y de ahí no salimos. Recuerdo las veces en los que los llamados tolerantes lo son solamente con los que defienden su idea de libertad. Que la política no es perfecta creo que es algo que no sorprende a nadie. Y que hay ciertos temas que levantan los ánimos también. A todos nos gustaría vivir en una sociedad más justa. Pero, la justicia no está reñida con conseguir las cosas por esfuerzo o mérito. Nos pasamos la vida enseñando a los niños que hay que ir a por el 10, a por la perfección en las notas y sin embargo en la vida adulta queremos que se de un aprobado general. ¿Eso no es la tiranía de los mediocres? ¿Dónde está la cultura del esfuerzo? ¿Se hace en pos de no traumatizarlos? Es un fallo y puede que tarde o temprano lo paguemos. Quitarle valor es crear sociedades dependientes del estado, de los subsidios, de las limosnas y el clientelismo, del pensamiento único y eso no lleva precisamente al desarrollo, sino más bien a la dictadura de la mediocridad, de la poltrona y de los engañabobos. Si tendemos a ser mejores, porque está en la naturaleza humana, no podemos conformarnos con quien nos infravalora. Oportunidades no es lo mismo que bajar el nivel hasta la masa uniforme.

Cambio climático

Negarlo no tendría sentido. Y que el ser humano es una parte muy implicada en el deterioro de nuestro planeta es más que evidente. El problema es cuando se llevan las convicciones hasta el absurdo. Cuando se olvida que el criterio de los demás también puede ser válido. No hay fórmulas mágicas. Ni somos salvadores del planeta ni sus asesinos. Cada uno puede responsabilizarse de lo que hace, sin tener que machacar y sermonear a los otros. Se pueden buscar formas para ser más responsables con el planeta sin criminalizar los avances de la ciencia. Por poner un ejemplo, ni los coches eléctricos son tan estupendos ni los diésel son tan malos. ¿A qué me refiero? Alguien habrá pensado lo que significa que todos los coches de un país sean eléctricos ¿no? ¿Subirá el recibo de la luz en un país que importa electricidad? Porque es un consumo que aumenta y que alguien tendrá que pagar. Las baterías no se cargan con magia. El plástico afecta al planeta, por poner otro ejemplo. Pero sin los plásticos de los invernaderos no tendríamos verduras todo el año. Hay que buscar sustitutos, estoy de acuerdo. Más no demonicemos al progreso que nos ha traído hasta aquí. Porque ese mismo progreso es lo que nos capacita para poder cambiar las cosas. Cuidar la naturtaleza debería salir de cada uno, como cuidamos nuestras cosas, no tanto de las leyes o de los planteamientos extremistas. Entiendo que no se le hagan burradas a los animales, nada más lejos de mi planteamiento, por ejemplo, pero tampoco es normal llegar al absurdo de ciertos planteamientos animalistas cuando en la misma naturaleza hay herbívoros y carnívoros. No somos mejores personas por comer carne o ser veganos. Somos mejores personas cuando somos coherentes con nuestras ideas sin intentar imponerlas por la fuerza a los demás. Si estás de acuerdo con la libertad, no puedes menospreciar la de los demás. En el fondo, lo que nos separa a las personas son las ideas.

Feminismo

Soy mujer y sin embargo en muchas de lo que defienden sus extremos no estoy de acuerdo. Estamos pasando de una represión de la mujer, a la condena por ser hombre. Y no lo veo correcto. Igualdad no significa eso. ¿Por qué hay que dar preferencia a uno de los dos sexos? ¿Es correcto que por ser mujer se de un punto más en las notas? ¿O se crea más en su palabra? ¿Por qué esa protección? ¿Eso es igualdad? Lo siento, pero no lo es. Igualdad es a igual trabajo, cobrar lo mismo. Igualdad es que no te pregunten en entrevistas de trabajo si piensas tener hijos. Igualdad es algo más que la fortaleza. ¿Por qué los cupos? Si hay cinco puestos a cubrir ¿por qué exigimos un cupo de dos, si a lo mejor por méritos serían para cinco mujeres? Igualdad es méritos, no cupos. Puede que haya trabajos físicos que nos cuesten más o menos a las mujeres; pero eso forma más parte de la naturaleza que de la justicia social. Sin embargo lo planteamos como supremacía de un sexo. La violencia es una lacra y es importante tomar conciencia de ella. Ojalá tarde o temprano cualquier persona pueda correr por un parque sin pensar si va a ocurrirle algo malo. Ojalá termine ese miedo. Por el hecho de ser hombres no implica que todos sean violadores o maltratadores. Generalizar no es bueno. ¿Acaso no hay mujeres violentas? ¿No hay homosexuales violentos? Eso va más allá de los sexos, es cuestión de las personas. Claro que es más fácil enfocarlo en lucha de sexos que en la educación personal. Y volvemos al enfrentamiento de los buenos contra los malos. El respeto es para todos.

Está bien tener ideales y sentir pasión por ellos. Es bueno defender tus ideas, pero, sin llegar al extremismo, porque eso nunca nos ha hecho avanzar. Solo luchar. Y en la lucha, en la disyuntiva de vencedores y vencidos, siempre se crean resentimientos y odios. El bien construye, el mal destruye. Preguntémonos qué es lo que puede hacer que avancemos sin violencia y puede que así se cree una sociedad más justa y una nueva forma de entender la vida. Quizá nos vaya la felicidad y la vida en ello. Miremos no tanto la pedagogía de la «O» de elegir extremos y veamos lo que nos une, la pedagogía de la «Y». Por probar no cuesta nada y todo desde el respeto. Si crees en tus ideas, ponte en mi lugar y no des por supuesto que me equivoco.

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