Desde el 26 de Octubre de 2019 hasta el 15 de Marzo de 2020 en Madrid podemos disfrutar en el Espacio 5.1 de Ifema de la Exposición oficial de Juego de Tronos. Es un recorrido de más de mil metros cuadrados donde podemos disfrutar de atrezo y vestuario original de la serie, además de contenidos multimedia y otras sorpresas. Podremos sentarnos en el Trono de Hierro con los símbolos de nuestra casa favorita y sumergirnos por completo en el mundo creado por George R.R. Martin. Para los seguidores de la saga es una cita ineludible, que no hay que perderse y que puede que se haga corta. Porque recorrer los Siete Reinos en poco más de una hora se hace corto.
Todo sale de la mente de un escritor
Esa es la idea que más me fascina del fenómeno GoT. Todo sale de la mente de un escritor que plasma en palabras su imaginación. Me maravilla. Sobre todo como escritora, porque se aprende mucho. A veces nos limitamos con nuestros sueños, pensando en el qué dirán los demás y sin embargo el mundo está sediento de nuestra imaginación. No para evadirse de los problemas, sino para hacerles creer que hay otras opciones. Porque siempre hay varios caminos para llegar a un mismo punto. La realidad es la que es, pero, tú decides con qué actitud la afrontas. Puede ser cruel, cambiarte todo tu mundo con un chasquido y sin embargo, dejar que te transforme para bien. A las buenas personas les pueden pasar cosas malas y que no cambien. Y quizá una enseñanza que olvidamos es que las personas que pueden parecer malas, en el fondo sólo intentan ocultar sus heridas para que no les hagan más daño. Los personajes a lo largo de la serie se van transformando, por momentos terribles y por acciones humanas de otros personajes. Sí, no te da tiempo a encariñarte con un personaje porque en un par de episodios o en un par de temporadas muere. La trama se vuelve enrevesada, desorientando al lector, o al espectador hasta el punto de no saber cómo acabará. Choca. Porque no es lo habitual. En muchas series actuales, se pueden predecir los pasos. En GoT lo único que es cierto es que los personajes van a morir, y con algunos te alegras de que su final sea espantoso. Porque no son importantes en sí mismos, sino que son un vehículo para llegar a otros planteamientos. Las importantes son las casas que rivalizan por el Trono de Poniente. Ellas son las verdaderas protagonistas, no los personajes que la forman. El eje narrativo se mueve a través de ellas, de sus luchas y de sus pactos, entrecruzándose en sus historias secundarias hasta en los personajes que van cambiando de bando por mucho apellido que lleven en sus nombres. Un mundo complejo y extraño que sale de la mente de un escritor, con sus escenarios y hasta con su propia lengua. ¿Fascinante o no?
Si GRRM lo ha conseguido… ¿Por qué yo no?
Uno de los retos a los que me enfrento con mi novela actual, es precisamente la creación de un universo en todas las facetas imaginables. Con Arcoíris de medianoche no era necesario porque se desarrolla en un escenario tan real como Sicilia. Pero, La Oportunidad del Fénix es un universo completo que hay que pensar hasta en los detalles pequeños. No solo en el territorio sino también en la cultura y la lengua del mismo. Pensar sus símbolos, su vestuario, sus costumbres, hasta en la comida. Puede llegar a ser agotador. Y eso hace que valore muchísimo más el género narrativo fantástico, aunque pueda parecer trivial y de evasión. Será evasión para el lector porque para el escritor, escritora en mi caso, es todo un reto, casi un suplicio. Si no fuera tan divertido crear algo estableciendo las reglas, creo que nadie sería tan loco como para intentarlo. Eso hace que escriba y reescriba. Se corre el riesgo de entrar en un bucle eterno, pero, me he propuesto terminarla y no volverla a tocar en este 2020. Aún con las tentación de borrarla y comenzar de nuevo. Ver que GRRM lo ha conseguido y ha llegado hasta el extremo de tener auténticos seguidores de la saga que lo viven en carne propia, me alienta a continuar. Por supuesto que no espero convertir mi novela en un fenómeno así. ¿Lo esperaba cuando ideó la primera GRRM? Es muy posible que no. Sin embargo se ha convertido en un fenómeno mundial. Y eso hace que de vez en cuando me permita soñar con metas altas. No me quitan ni un ápice de realismo, pero, se trabaja de otra forma. Convertir mis novelas en películas o series de TV no es mi objetivo. Pero tampoco lo desdeñaría si llega el caso. Y no es malo contemplarlo, aunque no sea mi motivación principal a la hora de sentarme ante el teclado o ante el folio en blanco. Es mi particular Trono de Hierro, de ahí la imagen que ilustra este post. Quizá por eso, recorrí la exposición como fan y como escritora que sigue su propio camino, saliendo cada día de mi zona de confort. Porque mi estilo es más impresionista, más de pinceladas de emociones y la novela fantástica requiere a veces un detalle que puede resultarme pesado. Pero, es mi decisión y me reto cada día. Hay días increíbles y días que podría mandar directamente a la papelera de reciclaje. Más, siempre aprendo. Eso es lo importante. Puede que de cada 100 palabras, 90 sean basura… más el aprendizaje que lleva escribirlas es vital. Todo está bien, hasta los errores, porque todo nos lleva hasta la obra maestra. Así no hay nada malo, todo es aprovechable. Y conforma una actitud diferente a la hora de afrontar lo que tengo delante, sea lo que sea. Actitud de eterna aprendiz y al tiempo responsabilidad personal de lo que decido usar y lo que no. Eso es tomar las riendas en todo momento de la vida, formar el criterio, la filosofía vital más allá de opiniones establecidas. Yo marco dónde quiero llegar y cómo quiero vivir. Muchos lo han conseguido, así que puedo intentarlo, puedo conseguirlo.