DEP Kobe Bryant

IMG_2748Las canastas de todo el mundo hoy están un poco más solas. Ayer, 26 de Enero de 2020, murió en un accidente de helicóptero Kobe Bryant. Al principio me pareció una broma de mal gusto. No será la primera vez que en las redes sociales se anuncia la muerte de alguien y luego no es verdad. La web de noticias TMZ, la primera que dio la noticia es de la prensa sensacionalista. Los medios se iban haciendo eco poco a poco, contrastando la información,  y resultó ser verdad. Sorpresa, incredulidad y finalmente aceptación. Era difícil de creer. En casa acabábamos de ver al Estudiantes ganar a Unicaja y salir del farolillo rojo de la ACB. Sentimientos de alegría que con rapidez se vieron empañados por una profunda tristeza. A todos los que nos gusta el baloncesto, la NBA, creo que se nos heló la sangre. Kobe, con 41 años, se había marchado.

Inspirar a otros a conseguir sus sueños

No voy a hablar de su carrera en el mundo del baloncesto. Personalmente no le conocía, aunque me caía bien por lo que mostraban los medios de él. Ese tipo de comentarios se los dejo a las reacciones de los jugadores de NBA, deportistas de élite y famosos de todos los ámbitos. Yo me quedo con los ojos de mi hijo, de su tristeza, cuando les dije lo que había leído. Estaba triste. Su reacción fue pensar en su familia y rezar por ellos. Él, que es un apasionado de las canastas, hoy al levantarse ha buscado vídeos en YouTube para verle y recordarle haciendo lo que más le gustaba. Ha salido de casa triste, pero, con ganas de entrenar. Y ese es el mayor legado que puede dejar una persona. Inspirar con su vida a otros a ir en pos de sus sueños. No importa que sean famosos a nivel mundial o de calle. Las personas que nos observan, que se acercan a nosotros, pueden tenernos de referente. De forma habitual o inspirar en un hecho concreto. Una reacción, un encuentro, una palabra y puede que toda la vida de una persona cambie. No sabemos hasta dónde llega una influencia inconsciente. Bryant no conocía a mi hijo, ni a tantos niños que cada día juegan al baloncesto en polideportivos o en canchas de barrio, en los colegios. Niños que sueñan con hacer un mate y que dedican tiempo en el que otros juegan a la playstation para entrenar, que se esfuerzan corriendo por los parques y tirando a canasta. Y disfrutan haciéndolo. Aprenden la cultura del esfuerzo, reciben valores que son más valiosos que los que cotizan en bolsa. El mejor legado que puede dejar una persona es precisamente ese empuje para darlo todo por los sueños. Y no es necesario estar ante las cámaras. Nos cruzamos a diario con gente así. Sólo hay que atreverse a mirar, creer en ese aprendizaje para reconocerlo, para verlo.

No rendirse

La vida son decisiones. Una de las que aprendemos a tomar es NO RENDIRSE. Aunque tengas a mucha gente en contra, si crees que es tu camino, continúa y no lo dejes. Si te hace feliz a tí ¿qué importa lo que digan los demás? Algunos se irán y otros vendrán. Lo importante es darlo todo, no guardarse nada. Y si te equivocas, no pasa nada, eso también es aprendizajo. Estoy segura que Cervantes no escribió a la primera el Quijote. Seguro que hubo tachones en su borrador, anotaciones y dudas. No somos perfectos. Nuestro aprendizaje es a base de repetir y aprender de los errores. No somos infalibles. Recuerdo que hace unos años hablaba la gente de los altos porcentajes de aciertos de Michael Jordan y cuando le preguntaron cómo lo hacía, su respuesta fue que para acertar 40, tiraba en los entrenamientos más de 100. Fallaba y volvía a intentarlo. A veces sólo nos quedamos con los triunfos y no vemos todo lo que hay detrás, esa carpintería, esos sueños, esas lágrimas, esa perseverancia. El deporte tiene muchas enseñanzas de ese tipo. De caer y volver a levantarse, con o sin ayuda. Tarde o temprano la vida te mandará a las personas necesarias para que no desistas, aunque sean de las que te empujan a base de patadas en el culo.

Hoy habrá muchos entrenamientos en todo el mundo en los que profesionales y aficionados al tirar el balón, pensarán en Kobe, en su hija también fallecida y en su familiares y amigos. Muchos comentarán la noticia en los corrillos de la oficina, de los bares y del transporte público. Tenemos una estrella más en el cielo y el corazón un poco triste. En donde estemos cada uno, el ejemplo de una vida, con luces y sombras, nos llegará. Intentemos ser mejores allá donde nos toca estar. DEP Kobe Bryant y gracias por hacernos disfrutar tanto del baloncesto, por tu luz.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.