Párate y mira en tu objetivo
Vivimos entre dos orillas, entre la actualidad y la realidad, entre lo urgente y lo importante. Las ideas a desarrollar se amontonan en la cabeza junto con las prioridades y a veces es complicado marcar las pautas, el orden de las tareas a realizar. Estamos tan conectados con el mundo que nos rodea, que a veces nos podemos perder en nimiedades que nos hacen más daño que bien. Nos levantamos por la mañana y la vorágine, la tiranía del reloj, nos invade cada aspecto de la vida. ¿Es lo que queremos o realmente lo que buscamos? ¿Estamos hechos para estar constantemente corriendo? Miramos el futuro de forma inalcazable, no tengo claro si con esperanza, confianza o con angustia. Todo es para ayer, hasta vivir. Parece que si no tienes 4 pantallas por lo menos delante de la cara, vas a perderte información. No sé si la perderás, lo que sé es que puedes acabar con un dolor de cabeza impresionante si no es algo peor. Me gusta conducir sin saber dónde acabaré; pero en mi vida prefiero marcarme un objetivo y no perderlo de vista. Aunque me canse, aunque me pierda a veces. Si tiras con un arco, apuntas a la diana. Si tiras sin mirar, no esperes hacer un centro. Como mucho la flecha se te irá a otro lado, si no terminas provocando un accidente.
No es perder el tiempo, es emplearlo bien, es estar en lo que tienes que estar, con todos los sentidos
Nos despistamos y estamos tan conectados que podemos descentrarnos. Tomemos las riendas de nuestro día. Hoy puedes hacerlo. Hoy puedes comenzar y dejar el pasado atrás. Da igual que hayas estado como en una especie de estado zombie dejándote de llevar por las circunstancias. Puedes cambiar. Da al mundo tu mejor versión. Puede que haya gente que no lo entienda o que te lo reproche. No importa. Tienes un objetivo, no pienses en nada más. Así el futuro lo podrás mirar con confianza, sin ruido, con tranquilidad. Si te desvías, lo intentas por otro lado y listo. No pasa nada. Tenemos derecho a caer, a fracasar. Lo que no podemos hacer es quedarnos en el suelo. ¿Fracasas? Inténtalo de nuevo aprendiendo de los errores. Tómate el tiempo necesario para que el proceso de aprendizaje sea más rápido. Repite, entrena. No sólo con el cuerpo, con las acciones, sino también con el pensamiento, con las emociones. Aprende a observar y a observarte para vivir mejor, para crecer por dentro y por fuera. ¿Parece una bobería? Puede ser. ¿Qué pierdes por intentarlo? ¿Acaso estás tan ocupado, tan ocupada que no tienes tiempo para estarlo contigo mismo, para mirar si quieres de verdad lo que haces cada día, si es lo que esperas de la vida? Puedes ir tan lejos como te propongas, escalar la montaña más alta. Sólo hay que ir concentrados en el paso a paso, etapa por etapa. Sin correr más de lo que puedes. Sin perder de vista la cima, lo que tienes que hacer hoy, hazlo con toda tu ilusión, con todo lo que tienes dentro. Vacíate de miedos y temores. Tú puedes. Aunque no llegues hoy, lo habrás intentado y mañana tendrás una nueva oportunidad. Ofrece lo mejor de ti en donde estás, en el trabajo, en la calle, en el coche. Sonríe, aun con mil tristezas alrededor. Porque no sabes lo que necesitan los demás. Quizá tu sonrisa, tu gesto, hace que otro se mueva y se anime. Si estamos conectados por la tecnología, también lo estamos con la humanidad.
Si quieres algo, ve a por ello. Sueña y trabaja para hacerlo realidad. Tú puedes ser más
Lo pequeño tiene valor. Nos acostumbra a hacer las cosas con cariño, a no estar tan pendientes de lo que podemos recibir. Paso a paso se ganan las carreras. Paso a paso se da en la diana. Conseguir la rutina apropiada lleva tiempo y esfuerzo. Pero merece la pena. Con trabajo y confianza se consigue todo. Aunque nos den palos, aunque leas comentarios absurdos o la hipocresía te rodee. A lo tuyo. Busca tu propósito, lo que te hace único, lo que quieres, tu objetivo vital y tenlo siempre presente. Eso te dará la fuerza cuando la tormenta te caiga encima. Aprovecha lo que se te ofrece y aprende todo lo bueno que la vida te brinda hoy. Podemos aprender de todo lo que nos rodea. No importan las circunstancias, importa tu tesón, tu perseverancia y tu confianza. Quien te dice lo contrario, no te conoce. No dejes de intentarlo. Paso a paso. Nada hay que sea imposible. Sólo hay que creer que puedes y trabajar para conseguirlo. Ánimo. Tú puedes.