No seas derrotista, sé creativo
La frase me martillea la cabeza. Ante cualquier adversidad, podemos situarnos en lo positivo o en lo negativo. Pensar que no podemos salir del bache nos hunde, paraliza y agarrota el ingenio. Sin embargo, hay personas que ante las dificultades, se crecen, sacan lo mejor de ellos mismos, sin ni siquiera pensarlo. Pura supervivencia. No hay nada como la necesidad como para buscar nuevos caminos. El archiconocido lema de tiempo de crisis, tiempo de oportunidades se aplica con fuerza en estos dias en los que quien más y quien menos tiene que buscar modos diferentes para llegar a sus metas. Lo antiguo es muy probable que ya no funcione, al menos de la manera que siempre se ha conocido. ¿Por qué? Porque si quieres llegar a sitios diferentes, no puedes ir por los mismos caminos de siempre. Puede dar miedo, tener la sensación de que somos los primeros exploradores en un territorio desconocido y que si nos descuidamos podemos perder la cabellera como en el antiguo Oeste americano. Pero, ser los primeros también tiene sus ventajas. Abres camino, puedes encontrar auténticas vetas de mercado, nuevos parajes, nuevas ideas y grandes éxitos. Todo es cuestión de lo creativo que puedas ser y de la fe que tengas, de la confianza en tu propuesta.
¿Complicado? ¡No! Diferente
Estamos en un país en donde a los emprendedores se les ve como buscadores de tesoros, locos, o simplemente inconformistas. Lo he dicho alguna vez, si en vez de buscar puestos de empleo para 4.000.000 (o más) de desempleados, se fomentaran 800.000 nuevas ideas de emprendedores quizá saldríamos de esta espiral negativa y de preocupación. No digo que sea una varita mágica, que sea fácil, pero ayudar a 800.000 es más sencillo (y puede que hasta más barato) que encontrar en un mercado de alquila-vende-cerrado 4.000.000 de puestos de trabajo. Puedo equivocarme y que sea más lento. Pero… ¿qué se pierde por intentarlo? Siempre he dicho que lo más triste es la cola del INEM, el tener la sensación de que no vales para nada y el levantar ese estado de ánimo con funcionarios que te tratan como a un número, es una ardua tarea. No culpo a los funcionarios; pero una simple sonrisa a veces puede marcar la diferencia de todo un día. Es cuestión de actitud, de ver las cosas de otra forma. Tanto en un lado como en el otro de la mesa, una sonrisa, una esperanza, que las cosas pueden cambiar y si se cuidan esos detalles pequeños, al menos el alma se llena de cosas buenas. Las demás personas no están para fastidiarnos el día, no se lo fastidiemos nosotros.
Inspiración desde dentro
Siempre me ha gustado esa palabra. Respiramos, inspirando aire y expirándolo. Es una función que hacemos de forma digamos automática. Está fuera de nuestro control. Estamos vivos porque respiramos, no lo decidimos, simplemente lo hacemos. Y es genial, porque la vida nos recuerda constantemente que para vivir necesitamos lo que nos rodea y que se haga parte de nosotros. Eso sí, creo firmemente, que lo primero que debemos hacer es mirar en nuestro interior. No busquemos milagros, pongamos de nuestra parte. Los milagros existen, a diario, pero hacen falta confianza y entusiasmo. ¿Buscas inspiración? Párate, cierra los ojos y piensa en lo que te emociona, en lo que te hace sentir bien. Podemos inspirarmos con paisajes bucólicos, con personas excepcionales; pero te toca a ti poner manos a la obra. Y para ello, hay que parar y pensar. No se trata de pasarse la vida en esa etapa. Las ideas si no se ponen en práctica se pudren dentro y ocupan sitio como la basura de los ordenadores.
Todo tiene su tiempo
La foto que ilustra el post la tomé en la estación Maria Zambrano de Málaga mientras esperaba mi tren. Arizona Green Tea es un producto curioso, un te verde con miel que quita la sed y que gracias a un programa de televisión ví como se elaboraba. Una bebida americana, de agradable sabor y que me trajo recuerdos. Nos gusta que las cosas sean rápidas, el llegar a un restaurante y no esperar… sin embargo, todo requiere de un tiempo determinado para que se convierta en algo bueno. Hay que sembrar, con esperanza, y darnos cuenta de que no todo depende de nosotros, que hay que poner todo de nuestra parte pero también hay que ser flexibles y saber esperar. Sin forzar. Complicado pero necesario. Y para ello hay que entrenarse dia a dia, saber esperar, obligarse a ir un poco más despacio, no sólo por miedo a una multa, sino también porque quizá por ir deprisa no aprecias lo que hay alrededor de ti. El viaje comienza cuando cierras la puerta de casa, no cuando llegas al destino. Son formas diferentes de viajar. Diría que se disfruta más cuando el trayecto del viaje se comprende como parte de la escapada, de lo que queremos ver, de las vacaciones. Nos sorprendemos y desconectamos de la rutina de forma más rápida. Todo tiene su tiempo, como el te. Pequeños detalles que pueden llenar un dia de momentos inolvidables. No es malo hacer nada. Siempre hacemos cosas. Hagamos también espacios en blanco, espacios para pensar, espacios para respirar, espacios para crear. Nos beneficiaremos en el futuro de esa sucesión de actividad y contemplación. El tiempo pasa queramos o no, depende de nosotros aprovecharlo y a veces, el hacer nada puede ser más productivo que forzar la máquina.